Faltaban dos minutos para que terminara el duelo entre México y Haití, un 16 de marzo del 2008. El Tri dirigido por Hugo Sánchez necesitaba de cinco goles para avanzar a la siguiente ronda y pelear por un boleto a los Juegos Olímpicos de Beijing, pero ese tanto que necesitaban no llegó porque Luis Ángel Landín voló el balón a la tribuna y el marcador quedó 5-1 a favor de los aztecas, necesitaban la cifra mágica de cinco a favor.
El Home Depot Center fue testigo hace cuatro años de esa dramática historia negra para el futbol mexicano, donde había jugadores que prometían grandes cosas, como el mismo Landín, quien ahora viste la playera del Puebla. Contra Haití generaron cerca de 20 oportunidades de gol, pero hubo fallas increíbles, donde ni Santiago Fernández -ahora se dedica a representar jugadores- Landín y Enrique Esqueda se cansaron de fallar.
César Villaluz, quien en estos momentos juega para el San Luis, que en aquel tiempo con un gran cartel venía de ser Campeón del Mundo Sub-17 en Perú, también falló, le tocó cobrar una pena máxima y el portero caribeño le adivinó la ejecución. Hugo Sánchez, técnico de aquella Selección sólo miraba al cielo, no lo podía creer.
Muchas esperanzas se tenían en dicha Selección, que también conformaron Guillermo Ochoa, hoy portero del Ajaccio en Francia, Patricio Araujo, sigue en Chivas, Enrique Esqueda, porta en estos momentos la casaca del Pachuca, pero muchos años estuvo en América. De hecho por Landín, en un Draft, Chivas quería llevárselo a sus filas, pero Morelia, su antiguo equipo le puso un alto precio a su transferencia y no se realizó ese movimiento.
Sergio Ávila, del cual se esperaban grandes cosas, después de aquel Preolímpico trágico, deambuló por el futbol mexicano, en Chivas no pudo trascender, hasta llegar a Querétaro, pero su carrera se llenó de dramatismo al no quedar bien de una operación en una pierna.
Del “Torito” Silva, de quien se hablaba mucho de su movilidad, no pudo despegar y terminó por jugar en la Liga de Ascenso.
Para Hugo Sánchez, el haber perdido el boleto a Beijing también lo dejó marcado, ya que perdió su puesto como técnico de la Selección Mayor. En la rueda de prensa al final del cotejo contra Haití, aceptó el fracaso, su rostro estaba desencajado, presentía que su destitución estaba a la vuelta de la esquina, tal y como sucedió.
Pocos jugadores dieron el salto clave en su carrera, sólo Guillermo Ochoa puede presumir de reponerse a dicho golpe, Pablo Barrera, primero tocó puertas en Inglaterra con el West Ham, hoy milita en el Zaragoza, pero con poca actividad.
Del resto, fuero perdiendo camino, Villaluz, Landín, Silva, Esqueda, Araujo, han luchado por encontrar regularidad, pero los altibajos han sido una constante. Lo cierto, es que lo suscitado hace cuatro años, fue un duro golpe para el futbol mexicano. El medio futbolístico llamó al fracaso de Carson, “una generación perdida”. México, ya en casa, eliminado, presenció que Honduras salía Campeón de ese Preolímpico y junto con Estados Unidos tenía su boleto a Beijing.
Ahora, en esta misma sede, el representativo nacional dirigido por Luis Fernando Tena tratará de vencer a esos fantasmas que quedaron tras la eliminación del pasado ciclo olímpico.
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